EL SANADOR - LA SANADORA
El Sanador/ra es un ser humano
con la capacidad y el don de contener una cantidad enorme de energía para luego
compartirla con otros seres.
La energía está a nuestro
alrededor, en las plantas, en los árboles, en los ríos, en los lagos, en los
mares, en las estrellas, en el sol, en el viento, en la tormenta…, es infinita.
La energía es una vibración, una
fuerza que nos recarga, nos mantiene y nos ayuda en nuestra vida. Todos somos
energía, todos somos vibración.
Todos somos sanadores y sanadoras
de nosotros mismos y de los demás, todos tenemos esa capacidad. Cuando nos
duele algo, está irritado o nos molesta, ¿Qué es lo primero que hacemos?, nos
ponemos nuestras manos ahí, en esa zona para calmarla, de una forma espontánea e involuntaria; lo que realmente estamos
haciendo es pasando una carga extra de energía a esa zona que temporalmente se
ha descargardo y ha bajado su vibración, se ha desvitalizado.
La diferencia con alguien al que
se le conoce como sanador o sanadora, es que estas personas tienen la capacidad
de recargarse ellas mismos y contener una energía extra, de diferentes fuentes
externas, que le hacen convertirse en un generador de energía, y que a través
de ellos se puede compartir y dispersar hacia otras personas, animales, plantas
o cosas.
Pero además consciente o
inconscientemente estos seres humanos tienen la capacidad de entrar o acceder a
otras dimensiones y contactar con seres de luz que están dispuestos a compartir
esa maravillosa energía que ayuda a sanar y producir incluso a veces curaciones
milagrosas a través de ellos.
LA SANACIÓN
La sanación es una técnica
energética y un tratamiento complementario para recuperar la salud física, para
aumentar el bienestar y desarrollar aspectos que mejoren nuestra vitalidad,
nuestra mente, nuestro cuerpo.
Es un tratamiento conocido desde
tiempos inmemoriales y a la vez el gran desconocido, son herramientas a veces
sencillas y a veces un poco más complejas, pero muy útiles, pudiendo y debiendo
combinarse a veces con otras terapias y con la medicina alopática y siendo
capaz de mejorar y restablecer la salud donde otras técnicas no han sido
eficaces.
La sanación nunca sustituye ni
debe sustituir ningún tratamiento médico. No tiene contraindicaciones, pues se
basa en equilibrar el campo magnético natural del ser, en armonizar y
equilibrar la energía vital de la persona. Es compatible con la medicina
tradicional, pues no interfiere en los tratamientos, sino que actúa
complementándolos, despertando las fuerzas propias de la persona receptora. Es
un gran complemento para la medicina alopática, y supone un gran alivio en los
casos en los que esta no surte el efecto esperado y deseado.
Para que se produzca una sanación
tiene que existir una fórmula de gran importancia:
- Ganas de sanar, la persona que
tiene una problemática o disfunción energética y vibracional en su cuerpo,
tiene que tener el deseo de querer sanar. En una palabra ser y formar parte de
su sanación.
- Pedir ayuda, esta es muy
importante, porque en el momento que se pide ayuda, ya comienza a cambiar la
vibración y el motor de la autosanación.
Entregarse a la sanación sin
expectativas, sin esperar nada a cambio, no importando los resultados…
- Cambiar nuestras creencias, y por
supuesto la creencia con respecto a la enfermedad.
- Fe, es necesario creer que esa energía, ese sanador, ese médico, esa técnica, esa herramienta, esa esencia, ese medicamento, le van a sanar, y se va a producir un cambio desde ya. Creer que aunque no entendamos lo que está pasando, está pasando y es posible, que puede ocurrir un milagro.
Nati Martín
las4direcciones@gmail.com
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