domingo, 24 de marzo de 2013

EL CHAMÁN MEDIADOR ENTRE EL MUNDO VISIBLE Y EL INVISIBLE


EL CHAMÁN 

MEDIADOR ENTRE EL MUNDO VISIBLE Y EL INVISIBLE

El chamán es una persona ordinaria con la habilidad de mediar entre el mundo visible de la forma y la materia y el mundo invisible de la energía y el espíritu. Para el chamán no hay un mundo sobrenatural, todos los mundos son reales y naturales. Sólo existe el mundo natural, con sus diversas dimensiones visibles e invisibles a los ojos físicos. Para los ojos energéticos todos son visibles.

En estos últimos siglos, la ciencia ha desestimado el misterioso mundo de los antiguos. Los microscopios electrónicos permiten mirar profundamente en el corazón de la materia, a lo invisible como los “espíritus” se les ha catalogado como a los microbios, y los telescopios espaciales nos muestran que detrás del cielo azul no hay cielo, sino sólo una vasta oscuridad del espacio. La búsqueda de la explicación única que pueda unir a todas las fuerzas observadas en nuestro universo es un juego que salió de la semilla de las religiones y de la espiritualidad y se ha convertido en la búsqueda del todo.
Hoy en día muchos de nosotros nos sentimos obligados a describir nuestro arte y la práctica de utilizar un lenguaje similar al de la física cuántica, en un intento de dar  a las artes chamánicas más credibilidad. Pero esto devalúa la tradición que desde hace más de 50.000 años tiene el chamanismo.

La primera evidencia que tenemos de las prácticas chamánicas es el del descubrimiento de un entierro Neandertal encontrado en una cueva de Shanidar, en las montañas de Zagros de Kurdistán, en Irak. Hallaron un hombre de unos 30 años enterrado en posición fetal, y su cuerpo deliberadamente cubierto de flores; y muchas de estas plantas, incluían Milenrama, Aciano, Cardo de San Bernabé, Jacinto de Uva, Cola de Caballo y Romero; que como se sabe tienen propiedades medicinales. Así que incluso antes de la aparición de los humanos modernos (Homo Sapiens) parecen haber existido las prácticas chamánicas.

El chamanismo es una práctica espiritual, un modo de vida, no una religión. Las prácticas espirituales se basan en la experiencia personal y directa, y son aplicables a otros que optan voluntariamente por someterse a las prácticas e iniciaciones. La religión, por otro lado, se basa en las creencias. Los maestros y ancianos sabios de los Andes dicen que, “… las religiones son simples conceptos de la espiritualidad, valores, normas, principios, verdades comunicadas en la forma de una historia que utiliza la poesía y la metáfora para ilustrar la sabiduría. Las historias que se han contado una y otra vez hasta que incluso sus adornos adquieren un significado profundo y lo figurativo se toma literalmente, y las lecciones se aprenden. Y los sacerdotes se dedicaron a ser cuidadores de una historia que no era la suya.”
 
“Pero el chamán es el autor de su historia, el creador de sus mitos. Es su propio maestro. Un chamán tiene un pie en este mundo, y un pie en el mundo del espíritu. Con los sacerdotes religiosos y en la escuela, yo he aprendido las lecciones de los demás. Con los sabios y sacerdotes chamanes he aprendido mis propias lecciones. Ellos me han enseñado que la conciencia la que crea nuestra realidad despierta una conciencia universal, un vasto mar que es navegable. La mayoría de las personas se contentan con vivir en la tierra, y en el mar que conocen, y ellos lo saben, tal y como esto se les aparece y lo ven a través de sus costas. Pero también es posible adentrarse en ese otro mar, conocerlo plenamente, navegando por el mar, pudiendo cruzarlo, sumergiéndose para conocer sus profundidades. El chamán es alguien que ha aprendido a cómo nadar y navegar, a cómo navegar por ese mar y volver a la tierra. Y así poder comunicar sus maravillas a su pueblo.”


La formación chamánica suele seguir el camino conocido por los griegos de la antigüedad como el viaje del sanador herido, durante el cual el chamán desarrolla sus poderes y habilidades mientras cura de sus heridas. Ha de curarse primero a sí mismo antes de poder hacer lo mismo para con los demás. El chamán es diferente del misticismo, ya que también aprende a pasar por un proceso de curación y descubrimiento del mundo invisible de la energía y el espíritu. El chamán se dedica al servicio de su comunidad, mientras que el místico se dedica a la vivencia de su propia experiencia de lo divino.
Algunos maestros de los Andes y Centroamérica creen que los nuevos chamanes, los nuevos cuidadores de la tierra, vendrán de otras tierras, de otras culturas. Que se cree que muchos de los llamados a esta labor se habían sentado juntos muchas veces antes alrededor de un fuego en las Grandes Llanuras, con el búfalo detrás de ellos, o meditando sobre la línea de nieve en un templo de piedra, como los construidos en altares incas y mayas. Que en otras vidas fueron como ellos y vivieron en esas tierras.

También es importante diferenciar el chamán del hechicero, incluso pensaban que sus caminos y sus enseñanzas eran similares. El chamán acumula poder personal para servir a su comunidad. El hechicero acumula el poder personal para su beneficio personal.


El chamán es un hombre ordinario, con una vida ordinaria poseedor de habilidades extraordinarias, capaz de viajar a las otras realidades y de descubrir respuestas y soluciones de las otras realidades, y aprenderlas y recogerlas, para que le ayuden a él y a su comunidad en esta nuestra realidad.
Angakkaana



LA ANATOMÍA DEL ALMA



LA ANATOMÍA DEL ALMA

“Cuando comprendemos nuestra naturaleza luminosa, podemos eludir las trampas del mundo material y experimentar el infinito” (Alberto Villoldo, “Chamán, Sanador y Sabio”)

El campo de energía luminosa es una matriz invisible que da forma a la anatomía del cuerpo. Está compuesta por cuatro capas que almacenan distintos tipos de energía. Pegada a la piel se encuentra la energía más sutil de todas, la causal, que representa nuestra reserva de combustible espiritual. La capa que le sigue es la psíquica o etérica. Luego viene la capa de energía mental-emocional y finalmente la más externa de todas, la energía física que proporciona el combustible que necesita nuestro cuerpo físico.



Estas capas van guardando un registro de todos nuestras vivencias personales y ancestrales. Tienen marcadas las huellas de todas las heridas recibidas en esta vida y en las anteriores. Estos registros se constituyen en patrones que nos predisponen a seguir determinados caminos. Influyen sobre nuestros comportamientos, relaciones, enfermedades, etc.

Todas las huellas contienen una información que conforma los vórtices energéticos o chakras y organiza nuestro mundo físico y emocional. dado que organiza el campo de energía luminosa y éste a su vez organiza la materia.

Hay diferentes prácticas chamánicas que se ocupan de limpiar el contenido negativo de estas huellas para poder sanar el campo de energía luminosa y así evitar que el patrón siga repitiéndose (por ejemplo: la Iluminación).

En la tradición andina a este campo de energía se lo llama “popqo” y se lo representa como una especie de burbuja que recubre el cuerpo humano, con un espesor equivalente al ancho de nuestros brazos extendidos. En el centro de esta burbuja, aproximadamente a la altura del obligo, se encuentra el “qosqo”, una especie de vórtice que permite el intercambio energético. El poqpo es recorrido por ríos de luz que fluyen desde la parte superior de la cabeza, se derraman en torno al cuerpo luminoso, penetran en la tierra alrededor de 30 cm y vuelven a entrar en el cuerpo a través de los pies. (De esta forma, somos alimentados por un lado, por la energía cósmica que tomamos a través de la coronilla, y también por la energía telúrica, que viene desde el centro magnético de la Tierra).

Esto significa que estamos conectados, también, con la matriz energética que como una rejilla recorre y abarca todo el planeta, conectándonos con todo lo que existe. En el momento en que nos hacemos conscientes de este hecho, entendemos que somos parte de un todo, sólo una célula en este enorme Ser vivo que es el Universo.

N.M. (Angakkaana)


EL ALMA


EL ALMA


Tienes un alma eterna, cada hombre o mujer tiene un alma eterna. Fuimos creados a imagen y semejanza del creador, para ser parte de él en la tierra. Como seres humanos hemos recibido las enseñanzas, y ellas nos han destacado y elevado del reino animal. Desde entonces, cada uno de nosotros tiene un alma humana.
Tu alma es indestructible. Su fuerza es inconmensurable. Nunca se ve afectada por malos pensamientos o sentimientos. No puede enfermar, aunque si debilitarse, si tu mente o tu cuerpo sufre, a veces pequeñas partes de esa esencia pueden alejarse, pero esas partes no son tu alma, solo partes que la componen. Ella no puede morir, es eterna. Cuando tu cuerpo muera, ella subirá al Gran Cielo, a esa otra realidad que es tu verdadero hogar. Entonces bailará como una estrella, como una aurora boreal siempre que un hombre o una mujer en la tierra se acuerde de ti. Exactamente como las almas de los difuntos bailan para ti como estrellas y auroras boreales cada vez que les recuerdas, ellos los ancestros bailan para nosotros, como estrellas en el firmamento, para mostrarnos que están orgullosos de nosotros.
Cada hombre y mujer, cada niño, tiene un alma eterna. Cada uno. Cada uno de los millones de los que viven en nuestro amado planeta. Cada uno de los millones que han vivido en la tierra desde los albores de la humanidad. Y cada alma, tanto de los muertos como de los vivos, se alegra cuando alguien la recuerda.

LA ENERGÍA

¿Qué Es La Energía? Se necesita energía para mover la máquina de la vida. En realidad, hay energía en todo y necesariamente en el mo...