Kawsay Puriy
El Sendero de la Energía Viviente
En el mundo
andino hay un conocimiento vasto en lo que se refiere al manejo de la energía,
un primer intento de clasificación implica diferenciarlas a la manera como
interactúa la madre tierra y el cuerpo energético:
1.
Energía
pesante: La energía pesada en las tradiciones andinas es
conocida como jucha o hucha, esta tiende a alojarse en el Poqpo (nuestro “aura”
energético) y representa la concentración espontánea de vibraciones de las que
el cuerpo energético se carga en exceso durante el día, ya sea por su procedencia
interna o externa, siendo el exceso de jucha el responsable de los bloqueos de
energía y por ende del inicio de muchas enfermedades. La jucha externa está
representada por energía que circula en el ambiente, creada espontáneamente
fruto de la incomprensión, la enfermedad, los sentimientos de tristeza, envidia
e ira, la guerra, la enajenación y la delincuencia. Una jucha interna
representa las propias cargas creadas por pensamientos y sentimientos impuros
que frenan nuestro crecimiento espiritual. La obsesión, el miedo, las
preocupaciones y la ira son la mejor fuente de energía pesada creada desde el
interior. En ambos casos la materialización de jucha externa o interna promueve
la aparición de malestar, dolor y enfermedad.
2.
Energía
refinada: La energía refinada o sami es un
tipo de vibración pura, cósmica, que cura y produce amor. La energía sami
existe como complemento de la jucha, no es su contraparte pues en las
tradiciones andinas no existen mayores antagonismos, como los hay en el
pensamiento occidental, allí no se habla de energía negativa o positiva. La
complementariedad (yanantin-masantin) de estas energías producen dinámicas permanentes
dentro del sistema del Poqpo. Una correcta armonía entre estas fuerzas produce
la vitalidad y fluidez necesarios para un equilibrio entre los elementos que
componen la naturaleza humana.
3.
Poqpo
energético: El Poqpo para las tradiciones
andinas es nuestro aura, campo o bola energética natural, que proviene desde el
nacimiento y que nos acompaña hasta la muerte física. Este Poqpo en su estado
saludable permite el fluir continuo de las energías naturales hacia el cuerpo
energético personal. El Poqpo o Aura humana aloja la energía pesada o jucha en
exceso. Cuando un Poqpo es sano, fuerte y muy bien distribuido tiende a
reciclar espontáneamente en la madre tierra el exceso de jucha, logrando
obtener a cambio energía refinada o sami, que la tierra ofrece como
compensación, a este proceso se le llama ayni o reciprocidad andina de la
pachamama.
4.
El Ayni
con la Pachamama: La tierra o allpa simboliza un
estómago natural en el cosmos andino, que ingiere sin problemas la jucha humana,
personal, grupal o social. Es más, la tierra se nutre de jucha y no debemos
preocuparnos por contaminarla con el producto de nuestra energía pesada. En
otras palabras, la madre tierra necesita de nuestro jucha. Las tradiciones
andinas nos refieren que una de las propiedades terapéuticas de la madre tierra
es transmutar la energía pesada o jucha en energía refinada o sami, por lo que
la energía refinada no se podría obtener sin antes haber ofrendado nuestra
jucha personal. Este proceso refleja en esencia el “ayni” de la madre tierra,
es decir la reciprocidad. Por ello, si creemos que somos portadores de excesos
de energías pesadas o vivimos rodeados y muy expuestos a ella, pues será
conveniente aprender algunas técnicas de nuestros antepasados indígenas que
subsisten hasta el día de hoy.
En
nuestra escuela enseñamos estas prácticas energéticas.
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